Oneblock propone un registro que no sólo indaga en los usos y potencialidades de los objetos cotidianos -y sus consecuentes acciones o espacios-, sino que presenta al dibujo como una herramienta "que requiere de constante actualización para representar en todo momento y con la mayor claridad posible, aquello que realmente quiere transmitir, respondiendo a las necesidades de la sociedad en cada punto de la imparable línea del tiempo". Conoce en detalle el trabajo bajo las palabras de sus autores, a continuación.
"Las mejores cosas nunca llegan a las grabaciones. Un par de chicos en East Village hicieron una cinta de dos chicas gritando. Eso es todo, solo dos chicas gritando. Excelente. Pero cuando lo llevaron a la compañía discográfica, el hombre dijo: pero no tiene principio ni fin. Pero de eso se trataba todo el punto." - Lou Reed, the Velvet Underground
Oneblock se presenta como una investigación abierta, constante y evolutiva. Parte de un proceso del cual aún no se divisa el fin, un fin que probablemente no exista, centrado en documentar la aparición, los usos potenciales e inesperados, cotidianos y puntuales de los elementos - dispositivos - y las consecuentes acciones y/o espacios que se derivan de estos usos.
Partiendo del concepto de dispositivo de Giorgio Agamben, entendemos los dispositivos como los elementos que tienen “la capacidad de capturar, orientar, determinar, interceptar, modelar, controlar y asegurar los gestos, las conductas, las opiniones y los discursos de los seres vivientes”.
Estos dispositivos evolucionan y se desarrollan constantemente. Hoy en día el mercado ofrece infinidad de opciones; un amplio catálogo donde poder escoger en función de los gustos, intenciones y presupuesto de cada uno.
Estos elementos son capaces de generar situaciones específicas en el momento en que se ponen en relación con el usuario. Algunos desaparecen con el tiempo para luego ser recuperados, otros, colonizan partes de nuestro espacio de un día para otro, y en algunas ocasiones, ciertos dispositivos se transforman en elementos indispensables para vivir.
El constante proceso de transformación lleva implícito una brecha generacional, la cual, establece por sí misma distintos modos de habitar. Los dispositivos que percibimos en diferentes situaciones y espacios varían en función de la edad y el usuario, fruto de la inclusión de estos en la vida de las personas. De este modo, las relaciones y acciones en los espacios se hacen absolutamente incatalogables; cada acción puede interpretarse y llevarse a cabo de maneras muy diversas, fruto de la espontaneidad del usuario/a.
El dibujo se convierte en una herramienta para mostrar, y a la vez estudiar, estas acciones y dispositivos al mismo tiempo que transmite el potencial de los espacios de albergar determinadas situaciones. El dibujo requiere de una actualización constante para representar en todo momento y con la mayor claridad posible, aquello que realmente quiere transmitir, respondiendo a las necesidades de la sociedad en cada punto de la imparable línea del tiempo. En una sociedad donde el sentido de igualdad se ha transformado, por fin, en un hecho asumido naturalmente por todos, nos encontramos con pequeños casos de racismo dentro del mundo de la arquitectura, lo que denominamos racismo escalar. Toda representación, en sus distintas escalas, merece ser tratada por igual.
De este modo y entendiendo nuestro espacio dentro de una red global e incansable, nos proponemos realizar un catálogo constante por capítulos, infinito, hasta donde podamos llegar. Documentando todas las acciones y dispositivos que componen nuestro ser diario, el constante avance del tiempo y sociedad. Una construcción de herramientas para la representación, el entendimiento y el desarrollo del proyecto, del programa y del conjunto de dimensiones (espacio, tiempo, futuro, etc.) que pueden desarrollarse en él.
